domingo, 11 de octubre de 2009

La comunicación democrática refuerza el nuevo escenario político

La Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual sancionada por el Congreso Nacional es un hito histórico de la aún joven democracia argentina, la que se recupera de la debastación ocasionada por la Dictadura hasta 1983. Este logro fue el producto de dos fuerzas convergentes:

1) Una coyuntura marcada por el enfrentamiento entre el kirchnerismo y el grupo Clarín, que permitió romper la alianza recurrente de la fuerza política hegemónica y el grupo mediático hegemónico, que mantenía el status quo y profundizaba el conservadurismo.

2) Un reclamo estructural afianzado en la Coalición por los 21 Puntos por una Radiodifusión Democrática, cuya trayectoria de varios años en la que articuló movimientos sociales diversos con universidades permitió superar el mote de "Ley K" a la iniciativa legislativa.

A partir de ahora, la sanción de la Ley permite avizorar algunas oportunidades emergentes para la conformación de una fuerza democrática y progresista, que venimos sosteniendo en este blog. Y esto también en dos sentidos:

a) Sin dudas, la posible creación de nuevos medios -radios y canales- permite romper con el monólogo instaurado desde la reforma menemista de la Ley de Videla: en particular, el espectro radiofónico reservado a organizaciones de la sociedad civil abre un horizonte utópico de ampliación de las voces que conforman la opinión pública. De este modo se refuerza el potencial de construcción de un movimiento ajeno a las estructuras políticas burocratizadas y los intereses económicos monopólicos.

b) En el escenario político, el acompañamiento crítico al proyecto iniciado por el gobierno nacional, más que hablar de un acercamiento al kircherismo, marca una nueva coincidencia en sectores políticos afines. En la Cámara de Diputados, esta postura crítica y constructiva, permitió la reforma de la Ley para cerrarle el camino a las empresas telefónicas trasnacionales y democratizar la autoridad de aplicación.

El dato más trascendente es el acompañamiento en general del Partido Socialista de Binner y Giustiniani, que se desmarcó así de la retrógrada y reaccionaria Coalición Cívica, como ya lo hizo de forma concluyente el bloque SI liderado por Carlos Raimundi. Así, en referencia al artículo de José Natenson, siempre atento a la posibilidad de sumar adherentes al proyecto kirhnerista que a dislumbrar la emergencia de una nueva fuerza política, alienta la figura de Sabbatella sobre la de Solanas, a la vez que descree de la posibilidad de una articulación conjunta.

Aquí entrevemos que el factor territorial es clave, en tanto se sumen las construcciones realizadas por Binner en Santa Fe, Sabbatella en la provincia bonaerense y Solanas en la Ciudad porteña. Cómo seguir sumando voluntades, en tanto que existen desplazamientos que pueden significar una competencia electoral ruinosa, sin dudas es el gran desafío. El nuevo Congreso será el lugar donde afianzar un espacio en conjunto, de la unidad en la diversidad.

martes, 7 de julio de 2009

Con el Sur en la Ciudad: ¿Qué estrategia para qué poder?

El resultado de la elección de hace unas semanas, más allá de las expectativas de los mismos militantes de Proyecto Sur en la Ciudad de Buenos Aires, obliga a repensar toda la estrategia partidaria a corto y mediano plazo. El 24 por ciento de votos constituye un capital político que, si se sabe mantener y fortalecer, puede llevar al candidato elegido, -ballotage mediante- a la Jefatura de Gobierno hoy detentada por el PRO.

2011 puede ser muy lejano o muy cercano, según la visión que se aplique. Puede ser sin dudas muy lejano para definir candidaturas que dependerán de las variaciones inevitables en la popularidad y la imagen pública de los distintos dirigentes. Pero puede considerarse un motivo inmediato de acción si se considera la estrategia política y comunicacional que sostendrá la propuesta de Proyecto Sur, encabezada sin dudas por el espacio de Buenos Aires para Todos.


Una decisión estratégica.

¿La Nación o la Ciudad? Entre los mismos comentarios de este blog, es inevitable que surja la discusión entre el enfoque de la campaña. Y es que si bien, indudablemente, ningún frente puede desatenderse, el objetivo principal puede llevar a resultados diferentes.

Para aclarar este punto, puede servir una comparación con la postura de Elisa Carrió (cuando el ARI era una fuerza nueva y progresista,) quien nunca quiso encabezar una propuesta para la Ciudad. Su meta de ser Presidenta sin contar con un apoyo territorial previo, sostenida todavía hoy con la candidatura de Prat Gay, la llevaron a diluir sus chances reales de acceder a su objetivo. Si esto no basta, también la decisión de Mauricio Macri de llegar a la Jefatura la Ciudad, hoy lo acercan más a su deseo de gobernar el país.

Así las cosas, la postura asumida debería inclinarse porque Proyecto Sur concentre los mayores esfuerzos en llegar al poder en la Ciudad de Buenos Aires, más aún cuando esto significa minar las chances presidenciables del PRO. Porque no debemos olvidar que posiblemente las elecciones en la Ciudad sean antes que en el País, como ocurrió en el 2007, y entonces una buena elección en la capital federal puede influir en la contienda presidencial.

A esta escala nacional, Proyecto Sur podría integrar un frente electoral claramente, como venimos sosteniendo, con el espacio de Nuevo Encuentro de Martín Sabbatella, articulado por el SI y por el alcance territorial de la CTA.

Acerca del apoyo de una estructura partidaria, más allá del respaldo del PSA, y descontando al PJ y la UCR, hoy el Partido Socialista está en un debate interno en donde existen distritos oficialistas y otros opositores. Si se define una línea acorde a los postulados de un progresismo serio, popular y democrático, tal vez pueda pensarse en un Frente Socialista Encuentro Sur.

El discurso político

Al contrario de lo que sugiere un artículo publicado hoy en Crítica, no considero que el espacio deba presentarse principalmente como “oposición” al gobierno kirchnerista. De hecho, oposición es una figura que representa a un espacio definido como la negatividad de un otro oficialista. Pero en la Ciudad, existe también el ser “oposición” al gobierno macrista. Sin dudas Proyecto Sur podría beneficiarse de ser oposición tanto a FpV como al PRO, pero eso es solo un paso para construir un proyecto con identidad propia.

Ese es el gran desafío, el que Solanas menciona como “enfrentar al bipartidismo” y aquí consideramos el enfrentamiento del pensamiento político binario. Si la identidad propia es fuerte, no importará tanto si circunstancialmente se esté más cerca del “kirchnerismo popular” o de la “oposición republicana”. Seguramente en la discusión de distintas leyes habrá que pensar alianzas distintas.

Por eso no creo que la crítica de Lozano, de que Sabbatella “sea tajante en su oposición al gobierno nacional” puede considerarse acertada. Desde mi perspectiva, basta con que sea tajante en mantener su autonomía, idea que por cierto predominó en su campaña, así como el lema de que hoy “el oficialismo por defender defiende lo indefendible y la oposición por oponerse se opone a todo”.

En el mismo sentido, en la actualidad no vería con agrado un acuerdo con Luis Juez, o hasta con Hermes Binner, quienes durante el conflicto agropecuario no mostraron una postura crítica de ambos sectores, como sí lo hizo el interbloque Proyecto Sur –Solidaridad e Igualdad. En ese mismo sentido, Solanas mencionó que él se hubiese abstenido en la votación, cuando Lozano votó en contra de la 125, aunque argumentando que presentó su proyecto propio.

Es importante entonces pensar en el proyecto propio de transformación social. Sin perder de vista la perspectiva nacional, hay que encontrar y construir una identidad propia de Proyecto Sur en la Ciudad de Buenos Aires, en donde el votante independiente es la mayoría. La táctica de introducir temáticas relegadas, también puede aplicarse, así como también que ese giro en el discurso esté relacionado con lo ambiental: Basura Cero, Tintorerías rápidas y Límites a las Torres. De eso habrá que empezar a discutir de aquí en más.

miércoles, 1 de julio de 2009

Después de las elecciones, los desafíos de la nueva fuerza

De un tiempo a esta parte el kirchnerismo tiene una grave debilidad que atenta contra su existencia: la ceguera política. ¿Cómo se explica sino que Pino Solanas pasó de ser un traidor que le hace el juego a la derecha a un feliz potencial aliado? Pero no fue solo el oficialismo el que no pudo percibir la emergencia de este nuevo fenómeno; también la oposición de derecha se expresó preocupada e intentó caracterizar a Martín Sabbatella como colectora kirchnerista.

En este artículo, continuamos la caracterización de un nuevo espacio que no estaba previsto por la opinión pública hace unos meses cuando comenzó este blog. Las elecciones dejaron entonces dos enseñanzas: primero que no se trata de una propuesta testimonial sin pretenciones de poder, y la segunda que su emergencia rompe la falsa contradicción entre oficialismo y oposición que estructó todo el debate en la Argentina.

El panorama político: la cultura política del pensamiento binario

Si el conflicto agropecuario dejó algo, eso fue sin dudas una fuerte división política entre el gobierno y la oposición, que conllevó el pensamiento binario y la lógica amigo- enemigo. Esto intentó legitimarse a través de la teoría "populista" de Ernesto Laclau, basada en la realización de diferencias y equivalencias; pero lo que no se dijo fue que así el kirchnerismo se inventó a un enemigo fuerte, agresivo y, sobre todo, unido.

Para hacerlo, antes había inventado algo más: "el campo". La Mesa de Enlace, como dijo al menos uno de sus protagonistas, no se formó por amor sino por espanto, no en forma propositva sino reactiva. Y eso es todo un síntoma de un grave error político: la 125, además de no plantear la reforma agraria, fue una medida torpe que licuó gran apoyo electoral para convertirse luego en un fetiche político.

El kirchnerismo debió saberlo, no se puede gobernar contra el campo, aún si es cierto que hubo sectores no representados por la Mesa de Enlace, nunca se preocupó demasiado por ellos. Ni antes ni durante, a pesar de los esfuerzos de algún diario progresista. Pero sin dudas, debió sobre todo haber hecho todo lo (im)posible por romper esta alianza, rescatando a un actor históricamente progresista como la Federación Agraria, aún si ello significaba discutir su interna.

No lo hizo así sino que fue todo lo contrario. Su discurso y su propuesta legislativa siempre los unió: eran todos oligarcas y golpistas. Proyecto Sur intentó cubrir el hiato y elaboró una nueva propuesta de retenciones móviles y bien segmentadas. Sin embargo, las negociaciones con el kirchnerismo cayeron por otra debilidad del gobierno: su cultura política autoritaria, propia de quien batalla contra un enemigo, y es dueño de toda la verdad. Esto impidió presentar otra cosa que un proyecto "propio", con algunas concesiones decididas por ellos, ajenas a todo diálogo.

Por supuesto, aquí la lectura política está magnificada por sobre los conflictos económicos puestos en juego y que también intervinieron. Pero lo que se trata de enfocar aquí es que, aunque hayamos estado de acuerdo con los objetivos, la enunciación política no fue la propicia para, aún dentro de la matriz populista, desarrollar los consensos necesarios que le permitan lograr, sin mayores conflictos, la política propuesta. El problema fue más bien la falta de una política agropecuaria planificada, que hizo por primera vez desde el retorno democrático pasar de los silbidos al reducto de La Rural a los cortes de rutas en varias partes del país.

Elecciones ¿del modelo socioeconómico o de la construcción política?

Otro cambio abrupto en el discurso oficialista fue la caracterización de las elecciones. Mientras que antes se ponía en juego "el modelo", Kirchner habría evaluado ahora que se juzgó más bien la forma de gobernar. Creo yo que nada hay más acertado que este diagnóstico: en su mayoría, la ciudadanía no ideologizada no votó al PRO porque eran de derecha. Más bien, lo hizo casi como un gesto psicológico, votó contra el oficialismo y su cultura política autoritaria.

Ya la intervención al INDEC hizo descreer a la sociedad del valor de la palabra para el kirchnerismo, la argumentación sin conseciones y la pésima forma de resolución del conflicto del campo terminó de derrumbar el descrédito del gobierno en un amplio sector de la ciudadanía. Por supuesto, no debemos olvidar aquí la intervención de los medios de comunicación, pero este importante actor solo puede actuar cuando existen las condiciones necesarias, en este caso la magnificación de la oposición como golpista terminó por imponer la lógica binaria.

Frente a este panorama, la irrupción de una fuerza progresista, popular y republicana tuvo la gran virtud de mencionar que existe una oposición a la izquierda del gobierno. Sobre todo en la ciudad de Buenos Aires, quedó demostrado que la baja de las performances del PRO y de la Coalición Cívica, se debió a que la ciudadanía tuvo a disposición un partido que, aunque presentara las críticas al oficialismo nacional, propusiera medidas progresistas que defendían un verdadero modelo socioeconómico de incluisión.

Porque si hasta aquí hablamos de las formas de la política que representó el kirchnerismo, también hay que decir que los contenidos de sus políticas muchas veces se distanciaron mucho de lo que puede considerarse como una fuerza de centroizquierda. Y es que aunque la disputa se planteó contra los oligarcas, es decir, contra el modelo agroexportador excluyente, lo cierto es que el kirchnerismo basó su economía justamente en ese mismo actor económico, con el que después se peleó por la obtención de sus réditos.

Por ello volvemos a decir que la resolución 125 puede entenderse solo como un fetiche de la política, que el kirchnerismo mal utilizó como una vara para separar amigos de enemigos. No se trató de un intento de reforma agraria, ya que las retenciones hasta ese entonces fueron utilizadas mayoritariamente para el pago de la deuda externa, más que dentro de una planificación que intentara modificar justamente el modelo económico, que Pino Solanas bien caracteriza como agrominero exportador.

Los desafíos a debatir en el nuevo Parlamento

Por supuesto, no debemos tampoco olvidar el reconocimiento que realiza Martín Sabbatella de que, ante un posible avance oportunista de la derecha, hay que defender el piso obtenido por el kirchnerismo. Principalmente, un debate acerca del rol del Estado en la economía. Pero para avanzar y no chocar las ilusiones contra un techo muy bajo, se debe discutir como lograr que el Estado actúe no para realizar salvataje a los capitales sino para fomentar el desarrollo de pymes en las economías regionales.

Que haya un Estado que intervenga el mercado de granos, algo que defiende la Federación Agraria, para poder atacar a los grandes jugadores que son las compañías exportadoras. Un Estado que posea una política agropecuaria que detenga la sojización y en general la aplicación de monocultivos para fomentar la diversidad productiva y devolver el trabajo a los campos con el fomento de las familias campesinas y los pequeños productores.

Un estado que garantice una infraestructura de transportes para levantar las economías regionales, verdadera oposición a un modelo exportador, que incluye hacerse cargo del sistema ferroviario, en vez de plantear un ridículo tren de alta velocidad para las pequeñas burguesías urbanas. Un estado que planifique en energías renovables, que recupere la renta petrolera pero para invertir en paneles solares en el noroest y molinos de viento en la patagonia.

Un estado que garantice el principal asunto público, como lo es la salud de la población. Y en ese sentido que tenga políticas que respeten los equilibrios ecosistémicos, sobre todo que regule fuertemente a las empresas que solo contaminan y saquean las riquezas naturales. No que se deje resistir a los lobby de las mineras trasnacionales, para realizar el veto a una ley que había sido aprobada en forma unánime por ambas cámaras.

Para todo ello, debe consolidarse una nueva fuerza progresista y popular, de centroizquierda, abierta al diálogo político y que realice la construcción participativa de los consensos necesarios para llevar a cabo las reformas necesarias a través de la intervención planificada del Estado. También lo dijimos, la irrupción de esta nueva fuerza destruye la lógica binaria existente hasta ahora, y en ese sentido presiona al gobierno actuar a implementar el objetivo de la redistribución de la riquza, dicho en el discurso pero no en la práctica. Si eso ocurre, será una buena noticia para el país y la alianza será de hecho.

Así el progresismo pasará a ser un proyecto político honesto.

lunes, 29 de junio de 2009

Primeras repercusiones

Algunos testimonios de la prensa que parecen insumos acertados para realizar un análisis posterior.

PÁGINA 12

"Volvió a repasar uno a uno los ejes de su propuesta, como la nacionalización y la defensa ecológica de los recursos naturales no renovables, cuestionó al kirchnerismo y marcó la necesidad de construir un “proyecto federal, democrático y emancipador”. Pero también fijó un objetivo claro para el frente político que se instaló en el electorado porteño como adversario del macrismo: “Vamos a disputar el gobierno de la ciudad en 2011”".
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-127430-2009-06-29.html

"Martín Sabbatella, valorizado por años de gestión municipal en Morón, pudo hacerse un lugar en medio de una polarización enorme. Su banca lo posiciona en el escenario nacional. Lo logró con armas nobles: se mantuvo fiel a sus principios, apelando a un discurso en apariencia desaconsejable entre tanta crispación (...). En teoría, demasiado oficialista para los contreras, demasiado contrera para el oficialismo, demasiado tibio para el clima caldeado. Eso sí, fue sincero y coherente con sus ideas y con las actitudes de sus últimos años. Produjo dos pequeños milagros. El primero, aglutinar a toda la CTA en un espacio político. El otro es la parva de votos. Parece haber superado el cinco por ciento, una cifra sideral en valores absolutos, lo que le valdrá más de una banca".

"sería una simplificación conformista leer un pronunciamiento nacional, interprovincial y trasclasista sólo como un viraje masivo a la derecha. También hay en la balanza limitaciones y obcecaciones del Gobierno".
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-127447-2009-06-29.html

"fue un voto contra el Gobierno y no a favor de posturas neoliberales que encarnan varios de los candidatos gobernadores. Si fuera así, no habría que tocar el modelo sino los modales. Algo que teóricamente debería ser más sencillo".
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-127445-2009-06-29.html


CRITICA

El progresismo también ganó cierta representación, de la mano de referentes críticos del Gobierno, pero que estarían dispuestos a votar a favor ciertas iniciativas por coincidencia ideológica. Como es el caso del factor sorpresa de la campaña, el cineasta Fernando “Pino” Solanas, que cosechó 4 escaños que se suman a la banca que ya ocupa el diputado Claudio Lozano, por Proyecto Sur. Martín Sabbatella, el ex intendente de Morón, logró 2 lugares en la provincia de Buenos Aires.
http://www.criticadigital.com.ar/impresa/index.php?secc=nota&nid=26717

CLARIN

Centroizquierda: se suman en este renglón a fuerzas que ocupan esta franja política, aunque no tengan entre ellas un armado orgánico a nivel nacional. Algunos de los casos más notables con Pino Solanas, con su significativa elección en la Capital, y Martín Sabbatella, en Provincia. Se considera además a otras fuerzas, entre ellas el gobernante ARI de Tierra del Fuego, no alienado con Elisa Carrió a escala nacional.
http://www.clarin.com/diario/2009/06/29/elpais/p-01948686.htm

lunes, 18 de mayo de 2009

Sabbatella y Solanas, unidos por el SI

Aunque mantienen todavía sus diferencias políticas, las candidaturas de Martín Sabbatella en la Provincia y de Pino Solanas en la Ciudad pueden considerarse equivalentes en el gran Buenos Aires. Esto se referencia por dos razones: en primer lugar, la posición de crítica al oficialismo K pero sobre todo el fuerte rechazo a los proyectos de Carrió y de Macri. Y en segundo lugar, la inclusión en ambas listas de representantes de la CTA y del SI (Solidaridad e Igualdad).

Sobre este último punto puede suponerse un posible avance en la conformación de un frente que asuma lo más progresivo de ambas culturas políticas: la matriz popular y de justicia social que intenta encarnar el kirchnerismo, y la matriz repúblicana y de diálogo que intenta desarrollar Carrió. Ellos fueron emergentes de la crisis del 2001 que por diversas circunstancias fueron corriendo su práctica política hacia la derecha (más la segunda que el primero, claro). Y en ambos casos eso los acercó con el nucleo partidario que representa esas dos tradiciones: el PJ y la UCR.

Las rupturas por izquierda, entonces, del FpV y del ARI están unidas entonces por la negación de esta vertienente conservadora en ambas fuerzas políticas. El caso de Pino Solanas puede ser diferente, pero no tanto, porque es también la ruptura con la experiencia del Frente Grande que culminó con el desastre de la Alianza con De La Rúa.

Hoy las divergencias entre el cineasta y el intendente de Morón parecen establecerse en dos cuestiones. 1) La mirada mucho más crítica del primero sobre el proyecto K., aunque en una entrevista reciente se encargó de hacer salvedades al respecto. 2) El modo de articulación política que se traduce en los reparos de Solanas sobre que Sabbatela sea un nuevo "Chacho", pero en el mismo artículo aclaró que él "no es su enemigo".

Desde una perspectiva reflexiva, es evidente que en ningún caso es posible la proyección política real hoy como fuerzas gobernantes. Sin embargo, es notable también la necesidad de que exista una oposición por izquierda al oficialismo, que pueda hacer aportes críticos al Kirchnerismo en el Congreso, y permitan evitar la lógica amigo/enemigo propia del populismo y del par oficialismo/ oposición. La crisis del bipartidismo, en este sentido, es síntoma de la falta de participación política de la sociedad en general, pero también una posibilidad cierta para la conformación de un nuevo sistema partidario.

La construcción democrática parece necesitar entonces del trabajo en conjunto de este nuevo espacio de enunciación política, en donde avanzar con una propuesta basada en acuerdos para la transformación social.

viernes, 20 de marzo de 2009

¿Un primer paso? El Interbloque Sí al Sur

El diputado Claudio Lozano de Proyecto Sur y el grupo de diputados de SI decidieron formalizar un interbloque. Tal vez pueda constituirse en un primer paso para plantear una alternativa no reaccionaria del gobierno kirchnerista, aunque sea necesario por ahora apoyar este proyecto partidario (K) en vez del otro. Pero el trabajo en el Congreso permite ir construyendo otra cultura política que pueda permitir realmente dejar el neoliberalismo atrás y pensar en el desarrollo sustentable.

Algunas noticias al respecto:

Página 12: Una alianza consumada en Diputados
El Argentino: El SI y Proyecto Sur arman un interbloque


Y otros artículos de integrantes del espacio:

Crítica: Columna de Lozano: "Por qué no compartimos la sesión" (20/3/09).
Crítica: Columna de Lozano: "El campo no existe" (1/3/09).


Página 12: Entrevista a Malcuse. (23/2)

–¿Hay una salida por izquierda del kirchnerismo?

–En primer lugar, éste es un gobierno de la derecha, que favoreció siempre a los sectores más concentrados y a los amigos del poder. No es un Gobierno de centroizquierda, aunque hizo algunas cosas a las que creemos que hay que darle continuidad, como el fortalecimiento de los vínculos latinoamericanos, el Banco del Sur y los derechos humanos. En el escenario planteado por el establishment, van hacia una salida acentuando algunos aspectos de la derecha. No-sotros tenemos que ayudar a generar un espacio de centroizquierda para que la salida de 2011 no termine siendo con dos opciones de la derecha.


Página 12. Opinión de Pino Solanas: "Oro, hambre, saqueo y complicidades" (5/1/09).

El doble discurso se vuelve transparente: los Kirchner hacen política con los derechos humanos y pregonan la distribución de la riqueza, pero la Presidenta decide subsidiar con miles de millones de dólares a las petroleras; otorga impunidad a la delincuencia financiera mediante el blanqueo de capitales y veta la ley de protección de los glaciares. ¿Es que el oro extraído con cianuro por la Barrick Gold Co. es más valioso que las principales reservas de agua dulce del país, condenadas a ser destruidas?


¿El próximo aliado? Entrevista a Martín Sabatella en Página 12 (22/2/09).
"La oposición propone retroceder y el oficialismo propone resignarse al límite que le pone el PJ, nosotros decimos que hay que construir otra cosa. Queremos que la política vuelva a convocar, a enamorar, a entusiasmar, que vuelva a ser un proyecto de transformación".

sábado, 6 de diciembre de 2008

Libres

Tal y como se había previsto en el artículo anterior, las fuerzas más progresistas dentro del kirchnerismo, el movimiento Libres del Sur, decidió dejar los cargos oficiales dentro del gobierno y dejar la bancada K en la Cámara de Diputados. La razón principal es el desacuerdo ante la pejotización del partido oficialista, algo que fue también fue escrito aquí, y la denuncia de un giro hacia el conservadurismo.

Desde este espacio en la web, propiciamos esta diferenciación, sobre todo por la siguiente intención manifiesta “Vamos a trabajar con Martín Sabbatella, Pino Solanas, la CTA, sectores del Partido Socialista, el Partido Humanista y sectores sociales y culturales que quieren un país progresista”, realizada a Página/12. A su vez, el rechazo al veto presidencial sobre la Ley de Glacieres, que defendía el bien público del agua por sobre el interés privado de las empresas trasnacionales del oro.