lunes, 18 de mayo de 2009

Sabbatella y Solanas, unidos por el SI

Aunque mantienen todavía sus diferencias políticas, las candidaturas de Martín Sabbatella en la Provincia y de Pino Solanas en la Ciudad pueden considerarse equivalentes en el gran Buenos Aires. Esto se referencia por dos razones: en primer lugar, la posición de crítica al oficialismo K pero sobre todo el fuerte rechazo a los proyectos de Carrió y de Macri. Y en segundo lugar, la inclusión en ambas listas de representantes de la CTA y del SI (Solidaridad e Igualdad).

Sobre este último punto puede suponerse un posible avance en la conformación de un frente que asuma lo más progresivo de ambas culturas políticas: la matriz popular y de justicia social que intenta encarnar el kirchnerismo, y la matriz repúblicana y de diálogo que intenta desarrollar Carrió. Ellos fueron emergentes de la crisis del 2001 que por diversas circunstancias fueron corriendo su práctica política hacia la derecha (más la segunda que el primero, claro). Y en ambos casos eso los acercó con el nucleo partidario que representa esas dos tradiciones: el PJ y la UCR.

Las rupturas por izquierda, entonces, del FpV y del ARI están unidas entonces por la negación de esta vertienente conservadora en ambas fuerzas políticas. El caso de Pino Solanas puede ser diferente, pero no tanto, porque es también la ruptura con la experiencia del Frente Grande que culminó con el desastre de la Alianza con De La Rúa.

Hoy las divergencias entre el cineasta y el intendente de Morón parecen establecerse en dos cuestiones. 1) La mirada mucho más crítica del primero sobre el proyecto K., aunque en una entrevista reciente se encargó de hacer salvedades al respecto. 2) El modo de articulación política que se traduce en los reparos de Solanas sobre que Sabbatela sea un nuevo "Chacho", pero en el mismo artículo aclaró que él "no es su enemigo".

Desde una perspectiva reflexiva, es evidente que en ningún caso es posible la proyección política real hoy como fuerzas gobernantes. Sin embargo, es notable también la necesidad de que exista una oposición por izquierda al oficialismo, que pueda hacer aportes críticos al Kirchnerismo en el Congreso, y permitan evitar la lógica amigo/enemigo propia del populismo y del par oficialismo/ oposición. La crisis del bipartidismo, en este sentido, es síntoma de la falta de participación política de la sociedad en general, pero también una posibilidad cierta para la conformación de un nuevo sistema partidario.

La construcción democrática parece necesitar entonces del trabajo en conjunto de este nuevo espacio de enunciación política, en donde avanzar con una propuesta basada en acuerdos para la transformación social.